El
nihilismo es la aniquilación de todos los valores de la cultura occidental que
se han criticado por ser decadentes:
·
Negación
de los valores morales judeo-cristianos.
·
Negación
del más allá
·
Afirmación
de la muerte de Dios. No hay lugar para Dios en nuestra cultura. Los hombres lo
hemos matado (antropocentrismo renacentista, racionalismo, positivismo
científico)
·
Liberación
del hombre sin Dios= ahora puede crear su propio destino.
El
nihilismo es el paso necesario para el nuevo orden de cosas. Debe llegar para
que el hombre actual se quede sin valores y pueda implantarse la voluntad de
poder (y aparezca el superhombre).
El
nihilismo necesita profetas que proclamen a todo occidente esta destrucción: el
filósofo debe ser la “mala conciencia” que provoque y destruya, es el
primogénito del futuro.
Se presenta
en tres grandes momentos:
El momento
de la DUDA :
desorientación al haber perdido los valores.
El momento
de la REFLEXIÓN :
distanciamiento de la tradición.
El momento
de los NUEVOS VALORES: implantación de la voluntad de poder ( será cuando el
nihilismo deba autonegarse y desaparecer)
Este
proceso de transformación del espíritu pasa por tres fases:
1. “Camello”, símbolo del hombre que
soporta a Dios y a la moral tradicional.
2. “león”, símbolo del que destruye
estos valores.
3. “niño”, símbolo del hombre capaz de
crear nuevos valores.
VOLUNTAD DE
PODER
El hombre
no se encuentra en la vida por voluntad propia, pero tiene que definirse ante
la vida mediante un acto de su voluntad; debe optar por afirmar o negar la
vida.
Afirmarla
supone aceptarla con todas sus limitaciones, dolores, sufrimientos y con todo
su instinto de poder, de fuerza, de dominio.
Negarla es
vivir una vida decadente, mediocre, de muerte, propia de “almas de topo”.
El valor de
la vida depende del contenido que se le dé.
Nietzsche
se decide por la vida ascendente: el sumo valor de la vida no consiste en la
felicidad, ni en la virtud, sino en la voluntad de poder. A ella se subordinan
los demás valores. (“¿Qué es lo bueno? Todo lo que eleva el sentimiento de
poder”)
Los grandes
hombres siempre han optado por la voluntad de poder, hacia ella apunta el
superhombre en su máxima expresión.
La voluntad
de poder es:
ü
Ruptura
con el racionalismo y con los valores morales.
ü
Perder
el resentimiento y el miedo a vivir intensamente.
ü
Luchas
por la existencia y la supervivencia
ü
Renunciar
a ideas claras y evidentes
ü
Acumular
fuerzas e instintos naturales
ü
Vivir
lo dionisiaco que hay en el hombre
ü
Recuperar
la alegría de vivir con entusiasmo
ü
Incorporarse
a la pujanza de los seres naturales vivos.
“Donde vi
un ser vivo, allí encontré voluntad de poder” “Los débiles y fracasados deben
perecer” por negar los valores de la vida. La compasión, la misericordia hacia
los débiles, no es amar al hombre.
SUPERHOMBRE
Hay que
distinguir dos tipos de hombres:
1. Los de alma señorial, tiene sentimiento de plenitud, euforia, alto
potencial de vida desbordante, conciencia íntima de riqueza.
2. Los de alma servil, débiles, pusilánimes, cobardes, egoístas,
angustiados, mentirosos, resentidos.
Al cambiar
los valores morales
·
es
malo: todo lo que procede de la debilidad y el resentimiento (resignación,
conformismo, paz, virtud, humildad, caridad)
·
es
bueno: todo lo que afirma la voluntad de poder (arrogancia, destreza, orgullo,
guerra, dureza, enemistad)
El
nihilismo permite la transmutación de valores y la recuperación de los
instintos vitales del hombre necesarios para la aparición del superhombre (que
es el sentido de la tierra)
En el ideal
del superhombre consiste la esencia de la vida.
El hombre
actual es solo una cuerda tendida entre la bestia y el superhombre; es un
puente, no una meta en la evolución natural. Debe dejar paso al hombre
superior, autosuficiente para vivir libre.
El
superhombre se define como ser, querer ser, sentir que se es con la íntima
plenitud de dominio sobre sí y sobre los demás.
Posee
espíritu claro y la mayor cantidad de impulsos y apetitos, es perspicaz y
creativo. Domina y controla sus impulsos. Se impone sus propias tablas de
valores, sus normas.
Está más
allá del bien y del mal; desprecia el halago y la compasión.
No cree en
la igualdad de todos los hombres, sino en la jerarquía.
Sus
virtudes son:
·
Fuerza
física
·
Nobleza
de sangre
·
Voluntad
·
Independencia
·
Sabiduría
El
superhombre es el ideal sublimado de una humanidad que niega la trascendencia.
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